GRADIVA se encuentra de duelo por la muerte de uno de los pensadores más fecundos del psicoanálisis contemporáneo, André Green, fallecido el pasado 22 de enero, en París, a la edad de 85 años. La obra de Green ha sido una de las fuentes más importantes de estudio e inspiración para Gradiva que desde hace años se ha nutrido con la riqueza y profundidad de sus propuestas innovadoras, transmitidas tanto a través de sus innumerables publicaciones como por el intercambio con los analistas de la Sociedad Psicoanalítica de París influidos por su pensamiento. Green nació en El Cairo en 1927 y a los 19 años se trasladó a París para realizar estudios de Medicina y Psiquiatría. Conoció a Jacques Lacan en el hospital de Sainte-Anne y allí se relacionó con J.Laplanche, P.Aulagnier y otros pensadores que, como él, participaron de los seminarios de Lacan hasta finales de los años sesenta. A partir de entonces, las diferencias teóricas y clínicas con Lacan lo llevaron a desarrollar una obra personal que no desconocerá algunos de los aportes más significativos de la teoría lacaniana. Fuertemente anclado en los fundamentos freudianos, su pensamiento innovador se abre a un diálogo plural, apasionado y crítico con la obra de Winnicott y Bion dando lugar a un cuerpo teórico coherente y creativo que enriquece la obra freudiana y facilita el acceso del psicoanálisis al trabajo con las patologías más severas no psicóticas. Pertenecen a Green muchos conceptos teóricos que han pasado a ser patrimonio del discurso psicoanalítico general, tales como el narcisismo de vida y de muerte, el complejo de la madre muerta, los procesos terciarios, la desobjetalización o el trabajo de lo negativo. Ha realizado aportes inestimables sobre las representaciones, el lenguaje, los afectos, la relación entre el objeto y la pulsión, la función materna y la matriz del pensamiento. La amplitud de sus intereses culturales se tradujeron en artículos y libros de psicoanálisis aplicado sobre la tragedia griega, Shakespeare, Borges, Leonardo da Vinci, Conrad, etc. En el último decenio, Green había trabajado intensamente en la construcción de un nuevo paradigma para el psicoanálisis contemporáneo resituando la metapsicología y el método freudiano como fundamento del psicoanálisis, en diálogo teórico y clínico con los modelos post-freudianos, extendiendo los márgenes de la analizabilidad al terreno de las patologías no-neuróticas, las estructuras límite. Green nos deja como legado no solo su obra, sino también un modelo de trabajo que busca renovar el psicoanálisis sin romper con los fundamentos.
María Elena Sammartino